EL YIN/YANG Y SU APLICACIÓN EN LAS ARTES MARCIALES
La cultura oriental es tal vez una de las más antiguas de la humanidad, lo que explica su riqueza y complejidad. Cuando los europeos aún vestían pieles, en Oriente ya se cultivaban las artes y las ciencias. Incluso el combate y la guerra se convirtieron en arte. Desde hace milenios, las más variadas corrientes filosóficas orientales han impregnado la práctica marcial: Budismo, Taoísmo, Confucianismo, Sintoísmo. Pero el Yin/Yang es incluso anterior a todas estas corrientes; su origen se pierde en el tiempo y es uno de los conceptos básicos de todo el pensamiento oriental, aunque es sin duda el Taoísmo el que presta especial atención a este símbolo. Símbolo que podemos encontrarnos en artes marciales tradicionales y milenarias como el Tai Chi Chuan, y en artes modernas y revolucionarias como el Jeet Kune Do de Bruce Lee.
La mitad blanca del símbolo representa el Yang, es decir: lo exterior, superficial, duro, tenso, fuerte, material, seco, caliente, luminoso, positivo, activo, rápido, masculino, etc. La mitad negra representa el Yin, lo contrario y complementario: lo interior, profundo, blando, relajado, suave, abstracto, húmedo, frío, oscuro, negativo, pasivo, lento, femenino, etc. Pero el Yin y el Yang no se excluyen ni se rechazan, sino que se complementan.
Esto viene simbolizado en que ambos colores se integran en un solo símbolo, adoptando formas que se abrazan y se compenetran. Cada color tiene además en su centro un punto del color contrario, lo que da a entender que cualquier cosa de naturaleza Yin tiene en su interior el Yang, y viceversa. No hay Yin sin Yang ni Yang sin Yin: el uno siempre lleva la semilla del otro.
La interacción Yin/Yang es para el pensamiento oriental la génesis cósmica, el origen del mundo y de la vida. La alternancia entre los extremos es lo que genera el constante movimiento que anima el Cosmos, así como los ciclos vitales de la Naturaleza.
Así, el Yin y el Yang están en todas las cosas e ideas, y el uno no puede existir aislado del otro, pues de hecho el uno siempre se define con respecto al otro.
Cuando decimos que algo es rápido, lo valoramos con respecto a otras cosas que son más lentas, o menos rápidas. El pensamiento también funciona como el Yin/Yang, es decir, mediante comparaciones, oposiciones, contrastes y relaciones. En palabras de Lao Tsé, fundador del taoísmo: "El ser y la nada se engendran. Lo fácil y lo difícil se complementan. El largo y el corto se forman el uno por el otro. El alto y el bajo se tocan (...). El antes y el después se siguen" (extracto del "Tao Te King").
La teoría del Yin/Yang y el Taoísmo son mucho más que un producto cultural chino; son conceptos universales. Los volvemos a encontrar en otras culturas orientales bajo otros nombres: In y Ura (Yin) y Yo y Omote (Yang) en japonés, An (Yin) y Duong (Yang) en vietnamita. Pero no sólo en Oriente, sino que incluso en el pensamiento occidental podemos rastrear numerosos paralelismos con estos conceptos universales.
La dualidad Yin/Yang es la base de un razonamiento dialéctico, que ofrece similitudes con ciertas corrientes filosóficas occidentales (principalmente, el pensamiento de Hegel y la dialéctica marxista, con su teoría dinámica de tesis/antítesis). Por otro lado, los descubrimientos de la Física nos plantean la generación de energía a partir de la alternancia entre dos polos opuestos, uno negativo y otro positivo. Y la vida es energía. También la ciencia cibernética de Wiener se basa en la acción/reacción y en la oposición como medio para alcanzar el equilibrio de un sistema.
¿Cómo se pueden aplicar todas estas teorías filosóficas, místicas e intelectuales a algo tan concreto como las artes marciales?
Para empezar, la comprensión del Yin/Yang nos permite entender mejor la división que tradicionalmente se ha hecho de las artes marciales en China: Neijia o artes internas (en las que predomina el Yin), y Weijia o artes externas (en las que predomina el Yang). Las primeras se basan en un trabajo interno (respiración, desarrollo del Chi o energía interna, curación) y profundo (meditación, filosofía, misticismo), y suelen materializarse en movimientos suaves, flexibles, lentos y circulares. Algunos buenos ejemplos son ciertos estilos de origen taoísta: el Tai Chi Chuan, el Pa Gua, el Hsing I.
Las artes marciales externas, en cambio, se basan en la fuerza, la dureza, los movimientos rápidos y directos y un espíritu muy práctico (más materialista). En la actualidad, los mejores ejemplos de esta categoría marcial son los deportes de contacto (Boxeo, Full contact, Kick/Thai boxing, Savate).
Pero no olvidemos que todo elemento Yin tiene algo de Yang y viceversa. Así, la mayoría de los estilos marciales se sitúan entre ambos extremos, algunos más cerca del Yin (Aikido, Kendo), y otros más cerca del Yang (Taekwondo, Kárate, Wing Chun). Pero en cualquier caso, ningún estilo Yin carece de Yang (fuerza, rapidez, eficacia) y ningún estilo Yang carece de Yin (flexibilidad, filosofía). Como dijo un maestro taoísta: "Hay que buscar la vía de la mitad justa, para conocer los extremos".
La interacción Yin/Yang puede también aplicarse a la estrategia de combate. Por ejemplo, ante un contrincante muy fuerte, directo y agresivo (muy Yang), conviene aplicar estrategias Yin, es decir, movimientos circulares de evasión y esquiva (para cansarlo) y técnicas flexibles y envolventes (para desviar su energía y devolvérsela, como hacen en Aikido). Ante un contrincante muy Yin, es decir, ágil, flexible y huidizo, conviene aplicar estrategias Yang: tomar la iniciativa, desplazamientos directos para cortar sus huidas y acorralarlo, golpes rectos que resultan más difíciles de esquivar o parar. Ante un adversario más fuerte no hay que oponer nuestra fuerza, sino nuestra flexibilidad; ante un adversario más flexible y ágil, hay que ser directo.
Desde esta perspectiva, todo ataque es Yang y toda defensa, esquiva o preparación y finalización de ataque es Yin. Recordemos que el Yin siempre sigue al Yang y el Yang al Yin, lo que en términos marciales significa que justo antes (preparación del ataque) y después (retirada), el adversario está en Yin. Son esos momentos los propicios para complementar su Yin con nuestro Yang, es decir con un ataque de anticipación (antes) o con un contraataque (después).
Los artistas marciales más habilidosos son capaces de atacar y defender a la vez, ya sea con diferentes técnicas realizadas simultáneamente, o bien mediante técnicas de intercepción (golpes que se anticipan defendiendo a la vez que se ataca). Siguiendo la teoría del Yin/Yang, éstas son las técnicas superiores, pues son las únicas que logran armonizar en un solo movimiento y momento defensa y ataque, Yin y Yang. No en vano Bruce Lee bautizó a su sistema marcial Jeet Kune Do, es decir, "Camino del Golpe Interceptor", y escogió el símbolo del Yin/Yang para representarlo.
Como estamos viendo, la complementariedad Yin/Yang también está presente en numerosos conceptos técnicos. La fuerza (Yang) es efecto de la concentración muscular, pero la potencia sólo es posible si sabemos combinar la concentración (Yang) con la relajación y la flexibilidad (Yin).
Un combatiente en constante tensión, rígido, es un combatiente con escasa potencia. Incluso la rapidez (en principio Yang) tan sólo es posible mediante la relajación muscular (Yin). La potencia explosiva es, de hecho, el resultado de la armoniosa combinación de relajación y flexibilidad (Yin) cuando se lanza el golpe y de tensión (Yang) en el momento del impacto.
Según los teóricos taoístas, la espiración es Yang y la inspiración, Yin. Por eso numerosas artes marciales recomiendan espirar el aire mientras se ataca o golpea (Yang), para proyectar así hacia el adversario la energía generada (lo que a veces provoca un kiai, o grito provocado por el aire al salir con fuerza). E igualmente recomiendan inspirar aire cuando uno se defiende o va a recibir un golpe (Yin), para ofrecer menor resistencia al impacto y desviar su energía aplicando los conceptos Yin de flexibilidad, relajación, evasión.
El Chi (energía interna) se genera en el Yin (durante la inspiración, la preparación de un ataque) y se libera en el Yang (durante la espiración, ejecución de un ataque). La medicina tradicional china (acupuntura, masajes, etc.) se basa en la fluida circulación del Chi. Un exceso de Chi (Yin sin Yang, generación sin liberación) resulta tan perjudicial como su carencia (Yang sin Yin, agotamiento del Chi). Sólo la armoniosa alternancia entre Yin/Yang asegura tanto la eficacia en combate como la salud.
Tanto el Yin/Yang como el Taoísmo son un mundo fascinante, lleno de fértiles enseñanzas para cualquier artista marcial. Este artículo ha sido tan sólo un breve y superficial acercamiento (Yang); pero espero que sea complementado meditando y profundizando (Yin) en el tema.*
(*) Tomado de: Jalain, E. (2001-6). Filosofía: El Yin/Yang y su aplicación en las Artes marciales. Dojo, 21-22.
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