domingo, 5 de julio de 2015

Kung-fu: El período arcaico

La historia de China comienza con los <<Tres Augustos>>, continúa con los <<Cinco Soberanos>> y prosigue con las <<Tres Dinastías>>. No poseemos datos fidedignos sobre aquellos tiempos, pero les atribuimos un gran número de tradiciones, mitos y leyendas, la mayor parte de las cuales es seguramente fruto de la fantasía o de incierta interpretación.
Fu-hi, que fue el primero de los tres legendarios <<Augustos>> y considerado como el primer legislador chino, vivió alrededor del 2852 a.C. Se le atribuyen la invención del anzuelo, de un instrumento musical de cuerda, del calendario, etc. Respecto a nuestro tema Fu-hi es importante por haber iniciado el estudio de los trigramas pa-kwa. Estos signos misteriosos inspiraron muchas manifestaciones del espíritu chino e incluso actualmente se encuentran especialmente presentes en las escuelas <<internas>> de Kung-fu.
Según la leyenda, Fu-hi tuvo la inspiración al observar el relieve del dorso de un caballo-dragón, surgido del río Amarillo cuando paseaba a orillas de éste.
A partir de dos formas elementales (Yang, representada por una línea continua e identificada con el principio activo y masculino, y Yin, representada por una línea partida en dos, principio femenino y pasivo) formuló ocho trigramas (el <<pa-kwa>>, en el que Pa significa justamente <<ocho>>) y los dispuso en círculo, numerando la mitad siguiendo las agujas del reloj y la otra mitad en sentido inverso y asignando a cada uno la representación de un elemento esencial del universo, cuyo verdadero significado ha de buscarse en la cabalística esotérica china. De esta forma el primer trigrama representa el Cielo, el segundo el Lago, el tercero el Fuego y, así, el Viento, el Río, la Montaña, la Tierra, etc.
Al observar la disposición clásica del Pa-kwa se ve cómo la suma de los números ordinales contrapuestos es siempre 9.
De hecho el signo opuesto al uno es el ocho, al dos el siete, etcétera. También la suma del número de signos que componen trigramas opuestos es 9: el primero, formado por tres líneas enteras tiene como opuesto al formado por tres líneas partidas; suman, por tanto, seis hexagramas. El segundo (una dividida y dos partidas) se halla compuesto por cuatro signos y se encuentra frente al séptimo trigrama (dos partidas y una entera), compuesto por cinco trazos, etc.
El Pa-kwa representa el enigma mayor de la ciencia esotérica china y puede aplicarse a la magia, la cabalística y la alquimia de esta civilización y en general a toda la Ciencia Sagrada oriental. Especialmente en el I-Ching (<<libro de las transformaciones>> o <<libro de adivinación>>) los trigramas, superpuestos en parejas, forman 64 signos que desvelan el futuro, entendido como correspondencia entre el Gran Camino de los hombres y la Vía, voluntad de los dioses. Aun siendo el I Ching uno de los cinco libros canónicos del confucianismo, parece ser que el mismo Confucio confesó que todavía le faltaban por lo menos cincuenta años de vida para poder dominar todos sus secretos. En época reciente este antiquísimo texto, que a veces la fantasía popular atribuye a Fu-hi (pero que no deriva más que de sus concepciones), ha sido objeto de estudio y experimentación por parte del científico suizo Carl Gustav Jung, uno de los padres del psicoanálisis.*

(*) Tomado de: Barioli, César. (1989). el Kung-fu. En C. Barioli, el Kung-fu (págs. 12-14). Barcelona: Editorial De Vecchi.

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